Republicano expresa apoyo a Trump tras allanamiento
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Un partidario de Donald Trump se para en un puente frente a la entrada de la propiedad Mar-A-Lago del expresidente Trump, el martes 9 de agosto de 2022, en Palm Beach, Florida (AP Photo/Lynne Sladky)
NUEVA YORK (AP) — Durante gran parte del año, las pequeñas grietas en el apoyo político a Donald Trump han ido en aumento.
Los votantes republicanos insatisfechos comenzaron a sopesar posibles nuevos candidatos presidenciales durante las primarias. Los donantes republicanos lidiaron con las dañinas revelaciones que descubrió la comisión del 6 de enero. Varios líderes de partidos incluso han considerado enfrentarse a Trump para la nominación presidencial de 2024.
Pero después de que el FBI ejecutara una orden de allanamiento en su propiedad de Florida, el Partido Republicano rápidamente cerró filas con el expresidente.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien podría decirse que es el mayor rival de Trump en las primarias, se refirió a la administración del presidente Joe Biden como un «régimen» y dijo que la redada del lunes en Mar-a-Lago en busca de documentos confidenciales tomados de manera inapropiada fue «una nueva escalada en el uso de agencias federales como armas contra opositores políticos».
Los intentos del Partido Republicano de presentar a Trump como víctima de un Departamento de Justicia politizado no abordaron el posible comportamiento delictivo que justificaba el registro a los ojos de un juez federal. También dejan de lado el papel de Trump en la contratación del director del FBI Chris Way, a quien ahora critican, y quien también fue un alto funcionario del Departamento de Justicia durante la presidencia republicana. Por su parte, la Casa Blanca aseguró que no tenía conocimiento previo de la orden de allanamiento.
Pero la defensa de Trump en todos los frentes es un nuevo recordatorio de la influencia que el expresidente aún ejerce en el Partido Republicano, impulsada por su capacidad para explotar un sentimiento de agravio entre muchos votantes republicanos hacia el gobierno y otras instituciones. Trump aprovechó esa animadversión para superar dos juicios políticos y las consecuencias de una insurrección. Sus aliados dijeron el martes que la redada del FBI solo fortalecería su posición.
«Cuanto antes comience su campaña, mejor», dijo el representante de Indiana Jim Banks, presidente del Comité de Estudio Republicano.
Banks fue uno de una docena de legisladores republicanos que pasaron varias horas el martes por la tarde con Trump en su residencia de verano en Bedminster, Nueva Jersey. Durante el almuerzo, que incluyó bistec, ostras, puré de papas, ensalada y una galleta Trump, el grupo discutió las elecciones de este año y la carrera presidencial de 2024, dijo Banks.
El expresidente dijo a los legisladores que «ya tomó una decisión» sobre una campaña de 2024 y «estaremos todos contentos con su decisión».
La redada del FBI pareció desencadenar un cambio entre los asesores de Trump, quienes lo habían instado en privado a esperar hasta después de las elecciones intermedias para dar a conocer su intención de buscar la presidencia nuevamente. De repente, esos mismos asesores le instaban a lanzar su campaña antes de las elecciones de noviembre.
Trump alimentó estas especulaciones horas después de la redada al publicar un video que podría interpretarse como un mitin de campaña en las redes sociales. «Lo mejor está por venir», aseguró.
Más tarde emitió un llamamiento para recaudar fondos, declarando que «es importante que sepan que no solo violaron mi hogar, sino también el hogar de todos los estadounidenses patriotas por los que he estado luchando».
En Columbia, Carolina del Sur, el senador Lindsey Graham dijo que había hablado con Trump y que estaba seguro de que se avecinaba otra campaña.
“Una cosa que puedo decirles”, dijo Graham: “Pensé que iba a correr antes. Ahora lo creo con más fuerza”.
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