𝐏𝐑𝐄𝐃𝐈𝐂𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐋𝐀 𝐃𝐎𝐂𝐓𝐑𝐈𝐍𝐀
«Entonces, ¿por fe invalidamos la ley? De ninguna manera, sino que confirmamos la ley» (Rom 3:31).
Primero, confirmamos la ley a través de nuestra doctrina; tratando de predicarlo en su totalidad, explicando y afirmando todas y cada una de sus partes de la misma manera que lo hizo nuestro Señor cuando estuvo en la tierra.
Lo confirmamos siguiendo el consejo de San Pedro: «Si alguien habla, habla según las palabras de Dios» (1 Pe 4:11), como lo hicieron los elegidos por Dios en la antigüedad, cuyas palabras y escritos inspirados por el Santo Espíritu han servido para nuestra instrucción, y también los apóstoles de nuestro bendito Señor, guiados por el mismo Espíritu.
Lo confirmamos cada vez que hablamos en su nombre, sin ocultar nada a quienes nos escuchan; dando a conocer sin limitaciones ni reservas todo el plan de Dios. Y para asegurarnos de que podamos confirmarlo de la manera más efectiva, utilizamos un lenguaje claro y simple. No somos como muchos que falsifican la palabra de Dios (kapeleúousi – 2 Cor 2:17), (como hacen los comerciantes deshonestos con el mal vino).
No degradamos, combinamos, adulteramos ni suavizamos la palabra para acomodar el gusto de los oyentes, sino sinceramente, como de Dios y ante Dios, hablamos en Cristo. No tenemos otro propósito que confiarnos a toda la conciencia humana ante Dios mediante la manifestación de la verdad (2 Cor 4: 2).
𝐎𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐖𝐞𝐬𝐥𝐞𝐲, Sermón 36, Volumen 2 (Versión digital)
Texto seleccionado por el reverendo Pedro Correa, pastor de la Iglesia Metodista de Chile.
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