𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐄𝐋 𝐅𝐀𝐍𝐀𝐓𝐈𝐒𝐌𝐎
«El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama» (Lc 11:23).
Pero me temo que el término «fanatismo», que se usa con tanta frecuencia, se entiende tan poco como «entusiasmo». Es un apego o afecto demasiado fuerte para nuestra propia fiesta, opinión, iglesia y religión.
Por lo tanto, es un fanático que está tan enamorado de cualquiera de estos, tan fuertemente vinculado a ellos, como para prohibir a quien eche demonios, porque difiere de él en cualquiera o en todos estos aspectos particulares.
Cuida de esto. Tenga cuidado, primero, de no ser condenado por intolerancia por su renuencia a creer que cualquiera que difiera de usted puede expulsar demonios. Y si está claro hasta ahora, si reconoce tal hecho, entonces examínese.
En segundo lugar: «¿No estoy condenado por fanatismo en esto, al prohibirte directa o indirectamente? ¿No te prohíbo directamente sobre esta base, porque no pertenece a mi grupo? ¿Por qué no coincide con mis opiniones? ¿O porque no adora a Dios de acuerdo con el esquema religioso que he recibido de mis padres? »»
𝐎𝐛𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐖𝐞𝐬𝐥𝐞𝐲, Sermón 38, Volumen 2 (Versión digital)
Texto seleccionado por el reverendo Pedro Correa, pastor de la Iglesia Metodista de Chile.
𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲𝘀 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗶𝗿 𝗹𝗲𝘆𝗲𝗻𝗱𝗼?
Puedes DESCARGAR Wesley’s Works gratis desde nuestro sitio web ▶ ▶ https://bit.ly/DescargaObrasdeWesley
#LaFuenteWesleyana #Devocional